Años tras año, Apple, la compañía de tecnología más grande del mundo, realiza un evento para presentar sus nuevos equipos y avances tecnológicos. La marca de la manzana mordida, es un referente del posicionamiento del marketing ya que solo con anunciar la fecha de su lanzamiento, generan un torbellino de comentarios antes, durante y después de presentar sus nuevas creaciones.
Antes de que se realice la presentación oficial, los especialistas en tecnología empiezan una guerra sin cuartel para intentar adivinar qué será lo novedoso que traerá Apple. Se generan miles de videos y artículos en las redes sociales, intentando desnudar lo que podrían ser los avances, esto empieza a generar expectativa y una ansiedad colectiva a escala mundial y a su vez, la fecha del evento y los nuevos productos ya empiezan a posicionarse sin haberse dado a conocer.
Durante la presentación de los productos, los amantes de la tecnología y de la marca, hablan no sólo de estos, sino del cómo se realizó el evento que casi siempre ocurre de manera simultánea en diferentes países y obviamente apoyándose en las nuevas maneras de comunicar como son las redes sociales y medios tradicionales. El público ansioso aumenta el deseo por comprar el nuevo iPhone o cualquiera de los productos Apple, mientras que los más cautelosos comienzan a evaluar sus opciones. La marca con sus nuevos productos, siguen de boca en boca.
¿Todo acaba con la presentación de los productos? No. Una vez realizado el lanzamiento, el público empieza a comparar lo nuevo con lo de años anteriores, se genera una discusión no sólo entre los amantes de la tecnología y de la marca, sino también entre sus detractores. Siguen las interacciones en las redes sociales, los usuarios comparten opiniones, críticas y experiencias, alimentando la conversación y ayudando a otros consumidores a tomar decisiones informadas. Mientras otros publican las fotos de sus nuevas adquisiciones de Apple.
Cada lanzamiento de Apple muestra cómo el fuerte posicionamiento de la marca convierte a su audiencia en protagonistas. Una conexión que no solo genera expectativa, sino que también crea un espacio donde los consumidores se convierten en una voz activa y un eco de la marca en el mercado.