Enero del 2025, Donald Trump asumió nuevamente la Presidencia de los Estados Unidos, marcando un regreso que ha captado la atención del mundo. En un gesto que muchos consideran emblemático de su estilo personal y su enfoque distintivo hacia la política, Trump reinstaló su famoso “botón de Coca Light” en el Despacho Oval. Este dispositivo, que permite al presidente solicitar su bebida favorita con solo presionar un botón, fue una característica icónica durante su primer mandato y fue retirado por la administración de Joe Biden en 2021.
El botón está contenido en una elegante caja de madera, decorada con detalles dorados que reflejan la opulencia del entorno presidencial. La reinstalación del botón no solo simboliza el regreso de Trump al poder, sino que también representa su deseo de recuperar elementos que definieron su gestión anterior. Fuentes cercanas al expresidente han indicado que Trump consume hasta doce latas de Coca-Cola Light al día, una elección influenciada por su experiencia personal con el alcoholismo en su familia, especialmente tras la trágica pérdida de su hermano mayor, Fred Trump Jr.
Además del botón, el Despacho Oval ha sido redecorado para incluir retratos históricos de líderes estadounidenses y símbolos que proyectan fortaleza y continuidad. La decisión de reinstalar el botón ha generado reacciones mixtas entre los críticos y los partidarios del expresidente. Mientras algunos ven esto como un acto trivial, otros lo interpretan como un símbolo de autenticidad y conexión con sus bases.
La reinstalación del botón también ha suscitado un renovado interés en las dinámicas del poder presidencial y cómo los pequeños gestos pueden tener un gran impacto en la percepción pública. A medida que Trump se prepara para enfrentar nuevos desafíos en su segundo mandato, este gesto puede ser visto como una forma de reafirmar su identidad política y personal.
En este interesante contexto podemos ver lo importante que puede llegar a significar una marca para cualquier persona, tenga el cargo que tenga el impacto puede ser gigantesco. Muchas personas alrededor del mundo son amantes de esta bebida pero si además es tomada por el Presidente de los EE.UU puede llegar a ser una “influencia” indirecta para su consumo.
